Muchos no le conoceréis pero es el hombre del momento en internet. Paul Horner lleva varias páginas de noticias falsas y se mueve por la red como pez en el agua y parece que ha intervenido en la campaña presidencial de manera evidente.
Hace poco publicábamos un artículo sobre las noticias falsas y cómo Google y Facebook se aliaron (el mismo día) contra ellas:
Horner concede entrevistas para el Wasgington Post… para todos los grandes. Ahora es un tipo importante porque sus noticias se cuelan en Google News, arrasan en Twitter y, para que os hagáis una idea, una noticia ideada por este chico tenía 250.000 shares (comparticiones creo que es en español, pero me sigue sonando fatal). Sí, creó varias páginas, les puso nombres tipo National Report o ABC News y publicó cosas tipo que los Amish iban a votar en masa a Trump.
Mientras, en Twitter la gente retwiteaba e incluso miembros del equipo de Trump lo hacían. ¿Qué querían que Trump hiciera? Mientras, Hilary Clinton guardaba silencio y yo sigo sin poder encontrar su cuenta de Facebook mientras que etiqueto a Trump todos los días. Horner ha dicho con ironía que la culpa de la elección de Trump era suya, que la gente era tonta y que se tragaba cualquier cosa…
¿Tienen los buscadores y las redes sociales la obligación de filtrar? Esto nos topa, también, con la censura. Si publico: Mi perro Jack canta la Macarena en honor a la victoria de Trump. ¿Es eso una noticia falsa? Sí, sé que hablábamos de Donald Trump pero ya sabemos que cuando empezamos a poner barreras a la libertad luego nos quitan libertades por todos lados y yo, particularmente, prefiero creerme que los Amish votarían a Trump que que me empicen a vigilar las publicaciones como ya quieren hacer en muchos países. ¿No podré entonces meterme con algún político? La libertad de expresión creo que es un tema bastante importante como para usar un chivo expiatorio (como hacen siempre) y terminar recortando libertades (como siempre).
Por cierto, Paul Horner es un stand-up comedian (uno de esos que cuenta historias divertidas levantado, los famosos monólogos).
