Populismo y políticos profesionales

Martin Cid
Martin Cid
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Michael Moore predijo con total certeza la victoria de Trump y no se equivocó. Ahora nos echamos todos las manos a la cabeza y nos preguntamos cómo puede haber pasado esto y qué ha llevado a que alguien pueda llegar a haber votado a este tipo.

Michael Moore contra Donald Trump

No voy a defender a Trump pero Estados Unidos debería ser un espejo en el que todos nos deberíamos mirar porque no es sólo en el país de las barras y las estrellas donde el populismo está calando fuerte, en Europa también. Un ejemplo, Francia: Marie Le Pen. También populista y también culpa a los inmigrantes de los males de Francia. Eliminar las fronteras y romper con Europa. Inglaterra: romper con Europa (sí, ¿tengo que decir que el Brexit triunfó aunque tres jueces no quieran reconocerlo?). Austria: auge del partido ejem, ejem y les faltó un pelo. Islandia: el PP no gana por un pelo (PP por las siglas del Partido Pirata, no confundir con la integridad de los que gobiernan España, por favor, muy lejos de mi intención).

Así, un largo etcétera de gente que está aprovechando el descontento generalizado para captar votos. ¿Consecuencias? Lo de Donald Trump, vivas en México o en Afganistán, te va a afectar (sí, son dos ejemplos evidentes pero bueno, en Inglaterra también). Como ya dijimos, Trump no ganó las elecciones por número de votos sino por el sistema electoral y eso mismo hace que un voto en New York valga menos que uno en algún pueblo perdido y, de esta manera, las poblaciones rurales quedan más representadas que las metropolñitanas. ¿Un error? Pues la mayoría de la gente vive en las ciudades y, dicen,  la democracia es el gobierno de la mayoría y no digo que tenga que valer más el de las ciudades que el del campo pero, por lo menos, lo mismo al menos.

Otro asuntillo: la gente, el pueblo (y todo mi respeto a la gente de los pueblos, me encantan) está hasta el gorro de los políticos profesionales y Hilary Clinton lo era y lo es. Se mantuvo agazapada cuando Obama, que también era un poco populista pero lo hizo bien dentro de lo que cabe, no se peleó con nadie que ya es bastante teniendo en cuenta que le amenazaron con pepinos desde Corea del Norte… daba la imagen de una persona (no mujer, persona) sin capacidad de liderazgo. Sí, sé que hablo cuando la batalla está perdida y que ahora nos queda esperar esos famosos 100 días de medidas en las que Trump va a arreglar el mundo pero el partido demócrata debe revisarse a sí mismo porque Hilary Clinton contó con todos los apoyos pero cuando la trataba de etiquetar en Facebook… no podía. No, eso no es bueno para nadie ni para todos los que hemos intentado apoyarla a nuestra humilde manera. Y a Donald Trump sí pude etiquetarlo y me daba visitas porque era… popular. Cosa que Hilary Clinton ni lo es ni lo será a pesar de todos sus esfuerzos (que los ha hecho, lo reconozco).

Pues mirémoslo, cada uno en su país, porque la gente no está contenta con lo que hay y es un hecho, aquí o en donde sea. Y revisemos lo que hemos hecho mal, porque Alt-Right usan las redes sociales y las usan con bastante eficiencia.

No como otros.

Por cierto, vídeo muy cachondo.

The Tale of Election 2016 w/ Benedict Cumberbatch

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Escritor, fumador de pipa y fundador de MCM
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