Último capítulo de la temporada. Una chica (supuestamente) británica llega a una gasolinera que alberga un extraño museo.
El dueño del museo le cuenta a la chica una historia sobre un diagnosticador empático (el médico podía compartir los síntomas del paciente parta un mejor diagnóstico). Pero el doctor Pete Dawson experimentó la muerte de un paciente y empieza a sentir placer a través del dolor transmitido. Luego el buen doctor tiene problemillas con su adicción al dolor y pasa a infringirse dolor a sí mismo para calmarse… y nos topamos con uno de los capítulos más gore de todo Black Mirror.
Pero nuestro amigo Rolo tiene muchas más historias, y del doctor Dawson es sólo la primera de las historias de neuro-ciencia… Simulaciones y digitalizaciones de conciencia, en este originalísimo nuevo capítulo de Black Mirror asistimos a un aluvión de ideas en plan ciencia-ficción (que ya no lo son tanto, se está investigando en este sentido) en torno a la ciencia neurológica que se compatibiliza con las nuevas tecnologías.
Interesantísimo episodio de la serie con una nueva estructura (más fragmentada, eso sí). Un nuevo alarde de imaginación por parte de Charlie Brooker y su equipo, que finalizan esta cuarta temporada con un gran capítulo.
