Un Día para Morir (A Day to Die) es la última película de Bruce Willis. Está dirigida por Wes Miller y cuenta con Frank Grillo y Kevin Dillon en sus papeles principales.
Con esta vamos a ser todo lo simpáticos que podamos en honor a un grande del cine de los ochenta: el señor Bruce Willis.
Argumento
Un hombre tiene un día para reunir dos millones de dólares antes de que la mafia termine con su vida. Para ello recurre a un antiguo miembro de Operaciones Especiales.
Crítica de la Película
No, no es la mejor película que vayáis a ver en la vida, pero sí una de ésas que significan algo, sobre todo después del anuncio que Bruce Willis deja la actuación debido a una enfermedad de las graves. No parece que vayamos a volver a verle y, a falta de algún trabajo que tenga por estrenar, esta Un Día para Morir parece que es la última vez que le veremos actuando.
No es que los últimos tiempos de su carrera hayan sido para «tirar cohetes» precisamente, pero ahí estaba para recordarnos que una vez nos lo pasamos pipa con La Jungla de Cristal y que, de alguna manera, todo ese espíritu de chistes fáciles y pelis de acción de palomitas, seguía ahí de alguna manera.
Esta peli es un poco de eso: una peli de las de antes, con malos muy malos que hacen cosas horribles y unos chicos intentando salvar los papeles como pueden, saltándose la ley al más puro estilo americano (del de antes). Sí, ahora todo ha cambiado (o eso quieren hacernos creer) y este espíritu que reivindica la peli (ésta y tantas otras) de disparos, de saltarse la ley y (aunque no guste a algunos) de cierta libertad de espíritu, sigue un poco ahí, aunque una de sus estrellas más representativas nos deja con esta peli.
Escribimos estas líneas con pena. Ya os digo que no es una gran película, pero sí ha sido, si no un gran actor, uno de ésos que han marcado época y estilo.
Ësta sirve un poco del canto del cisne para el actor y ese tipo de cine que representa, ya algo gastado por la repatición, ya algo consumido en volver a encontrar un éxito que ya no llega.
Los tiempos han cambiado y, aunque ésta no sea la mejor de sus representaciones, está bien para recordarnos que el cine un día fue mejor y más entretenido y las personas, de alguna manera, tenían la libertad de poder elegir.
