El Rey Arturo, Leyenda Viva o Personaje Inmortal

El rey Arturo regresa de la batalla de Mons Badonis (o Monte Badon). Por Llywelyn2000 - Own work, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=48360828
Pilar Lachén
Pilar Lachén

El Rey Arturo y sus caballeros forman parte de una historia que ha alcanzado una fama incomparable. La vida del Rey Arturo, mítico soberano de Britania, posiblemente esté basada en un personaje real del siglo V y, recuperada años más tarde por los normandos de Inglaterra, para sus aspiraciones tanto en Inglaterra como en Francia.

Los Plantagenet, dinastía reinante en Inglaterra entre 1154 y 1399, dieron alas a la figura del Rey Arturo en obras literarias para así ponderar las maravillas de Camelot y su corte. Años más tarde, muchos otros escritores continuaron con estos relatos, a los que añadieron personajes sin los que hoy, no entenderíamos la leyenda artúrica.

Con el paso del tiempo, se creó un cosmos perfectamente estudiado alrededor de la figura del Rey Arturo que mezcla tradiciones celtas, cristianas y clásicas. El mundo de Arturo, sus caballeros y sus memorables hechos, quedaron para siempre plasmados en la literatura, el cine y, como no, en la memoria de todos.

La leyenda del Rey Arturo

A ciencia cierta, no se sabe cuándo y dónde se originó la leyenda del Rey Arturo. Algunos estudiosos sitúan en algún momento posterior al siglo V en Gales o Gran Bretaña. Lo que sí es cierto es que fue la obra escrita en latín “Historia de los reyes de Britania” en 1136 por Geoffrey de Monmouth la que hizo que la historia de Arturo comenzara a tomar forma. Otros autores añadieron la espada en la piedra, el castillo de Camelot, la tabla redonda y la búsqueda del Grial entre los siglos XI y XII. Todos estos libros se seleccionaron y editaron como un relato en la novela de Thomas Malory “La muerte de Arturo” en 1485, que se convirtió en la versión más completa.

Arturo era hijo de Uther Pendragon, rey de la Britania posromana, y fue entregado al cuidado de Merlín durante su niñez. Pero éste no se quedó con el pequeño, sino que lo entregó a sir Héctor, un buen caballero, aunque escaso de recursos que, desconociendo la verdadera identidad del niño, lo cría junto a su hijo Kay. Cuando Arturo alcanza la mayoría de edad, Uther muere y Merlín reúne a toda la nobleza para solucionar el tema de la sucesión. Delante de la iglesia en la que se reúnen, aparece una espada clavada en una piedra o yunque (los datos no son concretos), identificada con el nombre de Excalibur. Aquel que lograra sacarla, se convertiría en el nuevo rey. Y como ya sabemos, Arturo fue el único que lo logró.

Una vez coronado rey, Arturo logra la paz en el país de Logres y establece su corte en Camelot. En la mayoría de las ocasiones, Arturo aparece como el típico rey con corona y ricamente vestido; pero existen otras imágenes en las que se le reconoce por los elementos que le acompañan: la espada Excalibur, la lanza Ron, el escudo Pridwen y el casco en forma de dragón. El reinado de Arturo fue considerado como uno de los más justos y, por ello, eran muchos los que querían servirle. Una vez que se estableció la corte, Arturo convocó a los caballeros para iniciar la búsqueda del Santo Grial. Esta primera referencia al Grial se encuentra en una obra de Chrétien de Troyes del siglo XII y, a partir de este momento, ya surgen las primeras controversias sobre qué objeto era realmente el Santo Grial. Lo único claro era que sólo podía ser encontrado por un caballero de noble corazón.

Arturo se había casado con Ginebra y esta, teniendo un amorío con un caballero de su rey, desencadenó el final de la vida de Arturo. Unas versiones cuentan que sir Mordred, hijo ilegítimo de Arturo, aprovechó el momento en que el rey partió con su ejército a solventar la deshonra, se hizo con el trono, mientras que otras cuentan que, tras la victoria de Arturo sobre el hombre que le había producido tanto daño, Ginebra fue enviada a un convento y el caballero desleal se retiró a una ermita. Por su parte, el rey Arturo, intentandorecuperar el trono arrebatado por su hijo ilegítimo, sir Mordred, luchó contra él y, tras herirlo, recibió una herida con la espada que le produjo la muerte. Excalibur fue devuelta a la Dama del Lago y los restos del rey Arturo fueron conducidos hasta la isla de Avalon. 

No fue este el final de Arturo. Algunas leyendas decían que continuaba vivo en la isla y que esperaba a que las cosas cambiaran para volver a su tierra y volver a ser el rey justo que había sido hasta entonces. Algunas personas siguen pensando que aún está por llegar el día en que el rey Arturo retorne a su patria.

La leyenda o realidad de este personaje ha dado y, continúa dando, para escribir novelas, filmar películas y mantener el entusiasmo por conocer aquellas heroicidades que narraban los escritores antiguos. Queda mucho por saber de las personas que lo rodearon, de los caballeros que formaban parte de la Tabla Redonda, de sus intentos por encontrar el Santo Grial y de cómo, todo esto se ha visto reflejado en el cine, ya sea en versión histórica, de aventuras, de dibujos animados y de suspense.

¿Qué relación tenía el Rey Arturo con aquellos que cohabitaron con él? ¿Qué era realmente el Santo Grial y por qué ese afán por su búsqueda? La literatura y el cine nos han dado muchas versiones, quizá alguna sea cierta o no. Seguiremos investigando.

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