Apego al móvil: el reto de dejar el teléfono

Apego al móvil: el reto de dejar el teléfono
Andrea Ramirez
Andrea Ramirez

El teléfono móvil. Es el mejor amigo, el compañero en el transporte público, el confidente de todos. El apego al móvil no ha dejado de aumentar en la última década, y los factores psicológicos ayudan a explicarlo.

¿Cuáles son algunas de las razones que explican el apego al móvil?

Dado que en nuestra vida diaria llevamos o guardamos constantemente nuestros teléfonos, no es de extrañar que aparezca la ansiedad cuando se extravían.

Una de las razones que explican este apego es que el teléfono móvil se considera a menudo una extensión del propio sentido del yo. Esto significa que, hoy en día, la identidad de una persona puede estar ligada a su teléfono móvil.

Esta idea es evidente si se tiene en cuenta la existencia de accesorios que adornan los teléfonos móviles, ya que muchas personas incluso poseen varias fundas para el teléfono que cambian según su atuendo o estado de ánimo. El significado de un teléfono móvil ha ido más allá de ser una simple herramienta funcional; ahora puede considerarse un accesorio vital.

Hacer girar un atuendo o una apariencia en torno a un teléfono móvil muestra cómo éste se ha ido convirtiendo poco a poco en un sentido externo de la identidad.

Otra razón del apego a nuestros teléfonos móviles es la necesidad psicológica de proximidad. El móvil se ha transformado en un objeto representativo de la seguridad y la intimidad, y su capacidad para conectar con la gente a través de mensajes o redes sociales lo confirma.

Por ejemplo, pasear o pasar tiempo a solas puede contribuir a veces a generar sentimientos de ansiedad o soledad, por lo que desplazarse por el móvil puede aliviar esta sensación de soledad.

La ansiedad también puede aparecer cuando se extravían o pierden los teléfonos móviles, porque de repente la conexión con el mundo puede parecer perdida. Muchos usuarios afirman sentirse ansiosos si no se les puede localizar por el móvil.

Poseer un teléfono móvil, e incluso dos o más, se ha normalizado mucho en la última década, y ahora se considera incluso anormal no tenerlo o salir sin él. Muchos planes de servicio de telefonía móvil ofrecen incluso funciones de actualización para que siempre se pueda cambiar a la versión más reciente cuando surja la oportunidad.

El apego general a los teléfonos móviles también puede verse impulsado por la aceptación y el fomento por parte de la sociedad de la posesión y el uso intensivo de teléfonos móviles.

Está claro que es importante mantenerse conectado y al alcance de los seres queridos, pero dada la dependencia psicológica observada, es importante tomar precauciones para no caer en ella.

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