El Dragón de los Deseos es una película de animación para niños, una coproducción norteamericana y china. Una aventura con toda la ingenuidad para los más pequeños, alegre, simpática y sin complicaciones.
Nada que objetar en su tono ligera y su tono general de poca trascendencia.
Encantadora en su simplicidad.
La podéis ver en Netflix.
Argumento de El Dragón de los Deseos
Un chico humilde se hace con una tetera en cuyo interior encuentra un dragón que concede (tres) deseos.
La Película. Crítica
¿La versión china de Alladin? Pues un poco… casi que sí. El dragón es lo más simpático de la película, la chica es una princesa moderna y el chico un chico… normal. (Ya, Aladdin también era un cuento de Las Mil y Una Noches). Pues retomamos la historia clásica y la sacamos del entorno (queda gracioso), hacemos un par de chistes sobre tecnología y le damos el protagonismo el dragón, que esta vez es rojo en vez de verde y tenemos una nueva versión, esta vez más internacional y nueva, lista para todos los públicos.
No es Aladdin ni tendrá esa repercusión pero tiene mucha gracia y es una peli a la que llevar a los niños (o verla en casa en Netflix, claro) y se lo pasarán pipa si no saben quién era Maradona. Si lo saben, te saldrá respondón y te dirá eso de “ésta es una copia de la otra” y habrás deseado haber pagado un poco menos por su educación pero…
Tampoco es una copia, aparte de la evidente modernización le da el toque exótico distinto, cambia el marco y la cultura… es más que disfrutable. Entrañable en la ingenuidad de sus personajes (son para comérselos… ¡pero de bondad y eso, eh!).
Simpática, con ritmo, sin números musicales y una animación no tan sobresaliente, pero sí notable para ser (a día de hoy) no una producción de primera clase, pero sí un producto dignísimo que, sin ser nada original, cuenta con el atractivo de contarnos “lo de siempre” y actualizarlo.
Nuestra Opinión
Disfrutable, simpática pero las comparaciones son odiosas.
E innovadora… pues eso ya no.
