La Teoría del Todo (The Theory of Everything) es un biopic sobre el científico Stephen Hawking con el que el actor Eddie Redmayne ganó el Oscar al Mejor Actor en el 2014.
El actor, lo borda. La peli, no tanto.
Argumento
Stephen Hawking es el típico estudiante de Oxford salvo por dos cosas: el tipo es un genio y tiene una enfermedad degenerativa. Le dan dos años de vida.
La Película. Crítica
Puro sentimiento. Puede que para algunos esto de hablar de sentimientos sea como la panacea, pero no para los que adoramos a Kubrick como creador del Universo Cinematográfico. La Teoría del Todo es un biopic atípico, eso sí, hasta meritorio, que se sale de los estereotipos del biopic y se acerca a la faceta más íntima de este genio que no recibió el Premio Nobel.
Se acerca y lo hace con estilo pero muy desde el exterior, desde las anécdotas que todos conocemos en lo científico y luego… va mucho al drama, casi que demasiado (la verdad puede ser un punto de vista, o no, quién sabe, hasta Hawking reconoció sus errores).
La cinta tiene una doble lectura y una doble interpretación por parte del público: este tipo tuvo la grandiosa virtud de dar a conocer los agujeros negros al gran público porque escribía genial y ameno y entretenido y además sabía que no todo en el mundo eran ecuaciones (como Penrose) y que por muy brillante que fuera una persona puede llegar a pasar lo siguiente: se puede equivocar y hay que reconocerlo. No llegó nunca a esa Ecuación del Todo que todo lo explica de una manera elegante en plan Newton, pero la peli consigue darle ese toque “paradógico” del tiempo, el espacio, el sentimiento…
Todo está genial sobre el papel, pero sobre el celuloide las cosas se nos tornan poco científicas y muy panfleto rosa, poco Penrose y mucho lío de faldas, poca ecuación y mucha lágrima.
El señor Eddie Redmayne está monumental.
El acercamiento a Hwaking, lo que se pretende: bastante íntimo.
Tal vez… ¿poco científico? Gustará a los amantes del romanticismo y las historias de amor.
A nosotros no tanto.
Preferimos la formación de los agujeros negros.
Nuestra Opinión
Meritoria, pero demasiado sentimental para nuestro punto de vista. El final tiene su “punto” y hasta es educativa en cuanto a conceptos como espacio y tiempo. Poco Einstein, mucho de otras cosas.